Muchas veces nos volvemos locas buscando qué es lo que falla en nuestro precioso look veraniego. Le damos mil vueltas al armario y nos cambiamos cinco o seis veces pero no damos con la tecla correcta para conseguir saber qué falla. Siempre nos obsesionamos con combinar las prendas y nos olvidamos de que el secreto suele estar en las cosas pequeñas.
En este caso, seguramente el problema de que el look no te termine de gustar del todo se debe a un complemento pequeño que has pasado por alto. Quizá sea que el reloj no combina, que debes probar con otro collar, que sobran pulseras en tu mano… ¡Qué será! Normalmente la elección es la misma: te falta una cinta en la cabeza.
¿Por qué comprar una cinta de flores?
Porque las cintas y bandanas están siendo la sensación de este año en España. Este complemento con tintes veraniego es la guinda a cualquier look. Es más, si estás pensando en sentirte como una auténtica chica en la playa de Puntacana, debes decantarte por las cintas de flores.
Este tipo de cintas para la cabeza son mucho más estivales que las otras, debido en gran parte a su diseño. Aunque bueno, para hablar de estas cintas con flores, tenemos que hablar de los muchos tipos que podrás encontrar en nuestro amplio catálogo.
En primer lugar, el modelo más común de cintas florales es el que se basa en una cuerda y muchas flores puestas sobre ella a modo de corona de flores. Este tipo de cintas son muy útiles para hacer una fiesta ibicenca y utilizarlas como complemento que termine de redondear el look.
Otro tipo de cintas con flores son aquellas cintas hechas con fibra sintética o algodón que se pueden utilizar en cualquier tipo de situación, ya que están muy de moda. Son mucho más parecidas a las bandanas y podemos encontrarlas con diferentes tipos de flores para combinarlas con nuestros outfists más chics.
En definitiva, no dejes pasar la oportunidad de hacerte con una de estas cintas de flores para tu cabeza y completar tu precioso look. De esta forma dejarás de tener un buen look para conseguir el look perfecto.
